martes, 29 de marzo de 2011

Warrants

¡Hola lectores!
Como habéis podido ver, nos encontramos ya en la recta final del curso y son ya muy poquitos los temas de los que quiero hablaros. Espero que este blog os haya servido, al igual que a mí, para conocer un poquito más sobre algunos de los temas relacionados con el enorme mundo que nos ofrecen las finanzas.
Hoy quería hablaros sobre los Warrants, porque es un tema que realmente desconozco y no nos viene mal conocer un poco sobre ello. ¿Me acompañas?

Tras mucho leer por la red, creo haber llegado a la conclusión de que, así, de un modo breve y que todos entendamos, los Warrants vienen a ser unos valores que cotizan en Bolsa y que son emitidos del mismo modo que un título de valor. Pero, si quieres, te invito a que te quedes a conocer algo más en profundidad sobre el tema.

Como acabamos de decir, los Warrants son unos determinados valores emitidos en forma de títulos que cotizan en Bolsa. El precio de éstos valores está ligado al que tienen los activos financieros a los que se encuentran ligados, que pueden ser acciones, divisas o tipos de interés, por ejemplo. Éstos activos financieros se denominan activos subyacentes.


Los Warrants pueden ser opciones de compra (call) o venta (put) del activo subyacente sobre el cual han sido emitidos. Cuando se trata de una opción de compra hablamos de que un inversor tiene derecho a comprar el activo subyacente bajo unas condiciones establecidas con anterioridad. En el caso de tratarse de una opción de venta, estaremos hablando del derecho que se le otorga al inversor para vender el activo subyacente en unas condiciones preestablecidas y conocidas por el inversor de antemano.
De este modo, podríamos decir que un warrant call se refiere al precio al que se tiene derecho a comprar una opción, mientras que los warrants put son el precio establecido al que se tiene derecho a vender un activo.
Los warrants se emiten a través de las entidades u organizaciones como un modo de inversión a largo plazo de una duración entre uno o dos años como mucho. La posesión de un warrant por parte de un inversor le otorga la posibilidad de comprar o vender dicho valor y por tanto, la obligación de las entidades de hacer válida dicha compra o venta del valor. El emisor de un warrant fija el precio del ejercicio y la prima que se ha de pagar por cada warrant en el momento en que se emite. El precio del ejercicio no sólo depende de la cotización del subyacente sino que también ha de tener en cuenta la evolución que se espera en un futuro, es decir, el valor temporal.

Los warrants aparecen como productos derivados diseñados por el emisor con el fin de evitar posibles riesgos o especular apostando a la alza o a la baja, obteniendo así pérdidas o ganancias.

En otras palabras, la aparición de los warrants en el sistema financiero surge con la necesidad de emitir títulos por parte de las empresas con la finalidad de obtener fondos en el mercado financiero. Por tanto, los warrants ofrecen una garantía tras inmovilizar un determinado stock en un depósito habilitado para ello.
Una empresa también puede decidir ser inversora cuando tiene un sobrante de capital que desea invertir. En este tipo de decisiones de inversión, el papel que juega un director financiero es muy importante, puesto que lo que se busca con este tipo de operaciones es obtener el máximo beneficio de la inversión y para ello debe usar un criterio a seguir decidiendo el tiempo por el que se desea obtener el warrant.

¿Para qué se usan?
A continuación vamos a ver de manera breve los diferentes usos que pueden darse a éstos títulos warrants:
·         Retener un producto a la espera de unos mejores precios y mientras tanto poder disponer de un capital de trabajo.
·         Cuando existe un stock sin uso en un momento determinado debido a razones estacionales o de producción.
·         Necesidad de disponer de fondos para poder obtener cierto volumen mercaderías.
·         Compra de materias primas.
·         Utilizar los beneficios obtenidos para hacer frente a previos compromisos financieros.
·         Realizar el pago de gastos varios a los que la empresa se enfrenta.

Otros tipos de warrants
Además de los warrants de compra y venta que vimos al inicio del post, también podemos hablar de otros tipos de warrants tales como:
-          Warrants a la europea
Este tipo de warrant sólo puede ser ejercitado en su fecha de vencimiento.
En este caso, el inversor nunca pierde porque en caso de que el precio de los activos disminuya, se puede optar por no tomar el activo. Esto hace que el inversor siempre adquiera beneficio porque si el activo aumenta el precio de un modo considerable, el inversor optará por adquirir el activo.
-          Warrants a la americana
El inversor tiene derecho en todo momento a ejercitar dicho warrant desde el inicio hasta la fecha de vencimiento.

¡Warrants para todos!
Los warrants pueden ser analizados desde diferentes perspectivas:
En el caso de tratarse de un inversor particular, ofrecen una sencilla contratación, y además, gracias a la gran variedad de activos subyacentes y emisores existentes, el inversor puede elegir quién será el emisor y qué tipo de activo desea.



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